Alergia primaveral

La Alergia primaveral, y nuestras recomendaciones

En primavera los niveles de polen están siendo muy elevados. Así lo señalan los expertos tras un otoño e invierno en los que las precipitaciones han sido abundantes, que han favorecido el crecimiento de las plantas. Todo ello, junto a las bajas temperaturas que hemos tenido a lo largo de varias semanas, ha contribuido a que las gramíneas salvajes enraícen mejor. Aunque es cierto que, para la mayoría de las personas, el polen de plantas es inofensivo, el organismo de las personas alérgicas lo identifica como un agente invasor, por lo que libera sustancias como la histamina, con el objetivo de protegerse. El resultado son síntomas tan típicos como los estornudos, el picor de nariz o el lagrimeo. Síntomas de la alergia primaveral La alergia primaveral puede afectar a personas de todas las edades, y los síntomas pueden variar en intensidad de leves a graves. Los síntomas comunes de la alergia primaveral incluyen: En casos más graves, algunos pacientes también pueden experimentar dificultad para respirar, dolor de cabeza y fatiga. Si experimentas cualquiera de estos síntomas, es importante que consultes a tu médico de inmediato. Tratamientos para la alergia primaveral Hay varios tratamientos que pueden ayudar a reducir los síntomas de la alergia primaveral. Algunos de estos incluyen: Nuestras recomendaciones para la alergia primaveral Es importante recordar que, la alergia primaveral puede ser un problema debilitante, pero hay muchas opciones de tratamiento disponibles para ayudar a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida. En nuestro blog te proporcionamos más información sobre los tratamientos más buscados y cómo manejar mejor tus síntomas durante la temporada de polen. Para la congestión nasal: Para el picor e irritación de los ojos Consejos para prevenir la alergia primaveral De igual modo, seguir unas sencillas precauciones en nuestro día a día puede ayudarnos a sobrellevar la alergia primaveral. Nosotros, te daremos los siguientes tips: La mascarilla, una gran aliada para los alérgicos Las mascarillas, que se han convertido para la población en un elemento básico de protección ante la infección por coronavirus, también pueden ser beneficiosas para aquellas personas alérgicas al polen. Su acción filtrante permite que el grado de exposición al polen sea menor si lo comparamos con otros años, por lo que su uso puede prevenir parte de los síntomas, especialmente en casos de rinitis y asma. Se ha demostrado que las mascarillas FFP2 filtran muy bien el polen, por lo que disminuyen su inhalación y pueden reducir la sintomatología asociada. En cambio, las mascarillas quirúrgicas o las de tela con filtro evitan solo la contaminación saliente, pero no la entrante. En definitiva, la mejor forma de evitar la alergia es reduciendo la exposición al polen y, en esta primavera distinta, la mascarilla puede ser una gran aliada a la hora de controlar las molestias.